Invierte en el aislamiento térmico de tu vivienda y conoce cómo se verá esta acción reflejada en tus facturas. Cuida del medioambiente con ello.
Cada vez más viviendas apuestan por implantar medidas de aislamiento en su vivienda para reducir sus facturas de energía. No importa si los hogares son antiguos, la rehabilitación energética presta gran atención a este factor, ya que mucha energía que pierden las casas es por culpa de un mal aislamiento. En este artículo te contamos por qué es tan importante poner solución a este problema.
Unas tarifas adecuadas al consumo
No obstante, antes de invertir en aislamiento en nuestra vivienda, tendremos que revisar si las tarifas de luz y gas que tenemos contratadas se adecuan a nuestro consumo. Muchos usuarios se quejan cuando toman medidas de eficiencia energética y sus facturas no bajan, seguramente se debe a una mala elección de estas modalidades. Por ello, se recomienda usar un comparador de tarifas de luz para ver qué empresas nos ofrecen los mejores precios para nuestras necesidades. ¿Y cómo saber qué tarifa de luz contratar? Principalmente, tenemos que prestar atención a nuestros hábitos de consumo. Por ejemplo, si consumimos principalmente por la noche, una tarifa de discriminación horaria con el precio del kWh más bajo en las horas nocturnas nos resultará muy económica.
En esta misma línea, se debe realizar el mismo proceso con las tarifas de gas, especialmente si se cuenta con calefacción de gas. Hacer una comparativa de las tarifas de gas natural nos mostrará las mejores opciones actuales. Hay que tener en cuenta que, al igual que en el sector eléctrico, existe el mercado regulado y el libre. En este último hay una gran variedad de empresas, mientras que en el regulado solo operan las comercializadoras autorizadas y con una única tarifa de gas, la TUR (Tarifa de Último Recurso).
¿En qué consiste el aislamiento térmico y por qué repercute en las facturas?
El aislamiento térmico trata de acabar con las fugas de temperatura de las viviendas. Estas se producen en diferentes zonas como son las fachadas de los edificios, las puertas, las ventanas, los tejados y los suelos. Si se terminan estos escapes de temperatura y de energía, la temperatura interior de confort se alcanzará antes y se mantendrá estable. Los sistemas de climatización serán usados de forma justa y necesaria, no se realizarán consumos extra.
¿De qué impacto estaríamos hablando en las facturas? Algunos estudios apuntan que se reducirían las facturas de luz y gas entre un 30% y un 40%. Pero como hemos explicado anteriormente, ello tendrá que ir acompañado de una buena elección de tarifas. Solo aquellas modalidades adaptadas a nuestro consumo plasmarán la reducción de energía.
Además, este hecho también será beneficioso para el planeta. Si se utiliza menos energía en las viviendas significa que se emitirán menos gases contaminantes a la atmósfera.
Estas son algunas ideas de aislamiento que se pueden aplicar en las viviendas, no todas son obras y reformas, así que aislar puede ser asequible para todos los bolsillos:
- Instalar ventanas de doble vidrio con rotura de puentes térmicos. No solo supondrán un aislamiento térmico, sino también acústico.
- Reforzar con material aislante las paredes y muros que dan a la calle. Por ellos se producen muchas filtraciones.
- Colocar burletes en las puertas para evitar que el aire frío se cuele por estos espacios.
- Invertir en aislamiento en los tejados, el aire asciende por lo que se escapa con facilidad por las cubiertas.
- Utilizar alfombras en las diferentes estancias. Estos elementos no solo decoran, sino que aíslan el frío actuando de barrera en el suelo.
Por otro lado, invertir en aislamiento térmico ayudará a mejorar la eficiencia energética de la vivienda. Puedes leer más sobre este aspecto en este artículo.