Entrevista con Armando Mateos, Presidente de la Asociación Española del Aluminio y Tratamientos de Superficies
¿Cuáles son los mayores retos que actualmente enfrenta la AEA?
El momento actual ha puesto sobre la mesa varios desafíos, algunos de ellos de profundo calado. No obstante, también vemos en estos retos una serie de oportunidades que, si sabemos interpretarlos de esa forma y trabajar en la buena dirección, nos pueden reportar muchos provechos.
Para empezar, el reto de la sostenibilidad, que es algo que nos ocupa y repercute a todos, pero más aún a las industrias y, especialmente, a aquellas que se dirigen a sectores tan vitales como la construcción y las reformas, los transportes, la electrónica, los envases… Todas ellas, industrias que tocan de lleno al sector del aluminio.
La sostenibilidad se refiere no solo a los procesos de producción, sino que también se refiere a todo lo relacionado con el reciclaje y recuperación de residuos una vez estos productos dejan de cumplir su función. Desde el sector del aluminio, hace años que nos hemos lanzado de cabeza a investigar y mejorar los procesos de reciclado, para crear productos que nunca dejen de estar en ciclo de uso y promover la Economía Circular: productos que se reciclen y conviertan en otros productos pero que, en cualquier caso, nunca finalicen su vida.
También trabajamos por hacer que los procesos de producción y reciclaje consuman la menor cantidad de energía posible, o trabajen con la mayor cantidad de energías verdes. Varias de nuestras empresas asociadas dirigen sus esfuerzos en esta dirección, realizando grandes inversiones por funcionar con energías limpias e investigando procesos que nos hagan aún más sostenibles.
Otro desafío que enfrentamos en la actualidad es el de la recuperación económica tras la crisis que deja la pandemia, especialmente en nuestro país, con una de las economías más dañadas por la crisis sanitaria. Por fortuna, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia ya está en marcha. Un Plan en el que estamos trabajando para que la del aluminio sea contemplada como una de las industrias preferentes en todo lo relacionado con un futuro más sostenible y eficiente.
Por último, enfrentamos un horizonte en el que debemos encontrar nuevas fuentes de suministro, para lo cual debemos apostar por recursos lo más cercanos posibles. Para ello también debemos invertir en una industria propia, que indudablemente favorecería a nuestra economía y a las empresas del sector secundario, dotándolo de mayor estabilidad y reduciendo costes y volumen de emisiones.
Hay aun más retos que tenemos que abordar, pero estos son, desde la industria que representamos, los más urgentes y de mayor calado.
¿Cuáles son los mayores logros que ha alcanzado la AEA en los últimos tiempos?
Sin duda nuestros mayores logros en los últimos años han sido todo lo referente a la sostenibilidad, tanto en cuanto a los avances en los procesos, los estudios e investigaciones, o los grupos de trabajo, como el trabajo de difusión y concienciación que desde nuestra asociación estamos llevando a cabo.
También hemos de destacar nuestro trabajo de lobby, que está llevando a nuestro sector a situarse como uno de los aliados preferentes en un futuro más verde, circular, y económicamente rentable.
Otro dato que nos está dejando estos meses de reactivación y recuperación tras lo más duro de la pandemia, es que desde diversos sectores se está haciendo una firme apuesta por el aluminio. En las últimas semanas se está colocando el foco sobre un escenario de desabastecimiento de productos, cuando de lo que se trata no es tanto de que estemos ante una carencia de materias primas; lo que se está produciendo es un incremento exponencial de la demanda, y dar respuesta a contrarreloj a un volumen tan elevado al que no estábamos acostumbrados, se ha vuelto todo un reto. Lo que esto nos está indicando, es que cada vez el aluminio es una apuesta a futuro desde más sectores. Es por ello por lo que nuestra industria, como señalaba anteriormente, está pugnando por lograr que las ayudas europeas nos permitan ampliar nuestro alcance productivo y apoyen a un material cuya demanda crece a un gran ritmo.
Precisamente, acerca de todo lo referido al desabastecimiento y la subida de precias que tanto preocupa en los últimos meses a diversos sectores, ¿qué tiene que decir el sector del aluminio sobre ello?
Ante todo, debemos señalar que el aluminio no es la única materia prima cuyo precio se ha visto incrementado y cuya demanda se está viendo complicado satisfacer, sino que es algo generalizado en varias industrias.
Por otro lado, la dificultad que está habiendo para estar al nivel de la demanda de aluminio que hay en la actualidad, es también es un indicador positivo que nos habla de reactivación económica y de que el aluminio se está convirtiendo en la apuesta del futuro de muchos sectores, lo que nos está llevando a atender una demanda mayor tanto de aluminio de primera generación como de aluminio reciclado. Es esto lo que ha llevado que se incremente no solo el precio de ese aluminio de primera generación que mencionábamos, sino también de la chatarra, a día de hoy escasa debido a la baja generación de residuos de aluminio que hay y su larga vida útil.
Nuestro país es una de las potencias europeas en materia de transformación de aluminio a través de la extrusión, especialmente de aluminio para la construcción. Desde aquí también se ha visto incrementada la demanda. Si atendemos a todo el cambio que se va a producir en la Unión Europea en sectores como transportes, envases o construcción, vemos que la gran demanda de aluminio extruido que estamos recibiendo es indicativo de que nuestro material está entre las apuestas a futuro de todos estos sectores. Un sector que, además, emplea a entre 17.000 y 20.000 personas entre empleos directos e indirectos, y se sitúa como la tercera gran potencia productora de aluminio extruido en Europa, solo por detrás de Alemania e Italia.
Un contratiempo que se nos presenta en la actualidad para cumplir con esa demanda es producto de nuestra dependencia de mercados externos no solo a España, sino exteriores a la Unión Europea, nos estamos viendo inevitablemente afectados por estos contratiempos en cuanto a suministros.
A este panorama general hay que sumar la situación de crisis que en nuestro país supone la incertidumbre del porvenir de la planta de San Ciprián, única con capacidad de llevar a cabo el proceso de extracción aluminio primario en nuestro país. Esta planta resulta vital para el suministro y abastecimiento de las industrias nacionales transformadoras del aluminio, para las que esta es su materia prima básica.
Dar continuidad a este tipo de plantas y la apuesta por la industria nacional nos daría garantía de suministro en circunstancias difíciles, como las vividas en este año con la pandemia, y la consiguiente interrupción de las vías de suministro.
¿Qué se podría hacer desde las instancias gubernamentales, bien nacionales o europeas, por lograr un panorama más favorable para el sector en nuestro país?
Europa y especialmente España deben apostar por una recuperación de las industrias nacionales, potenciando la circulación de recursos y materias entre nuestras economías, así como el reciclaje dentro de nuestras fronteras.
Por ello, es indispensable tener disponibilidad del suministro de aluminio primario en España, algo que eliminaría los recargos por costes de transporte desde lugares remotos, para asegurar la competitividad de nuestra industria. Esto, además, impulsaría una mayor demanda de aluminio para todos los usos y mercados, con todos los beneficios en sostenibilidad que apostar por este material trae consigo.
También conviene mejorar los procesos de recogida y separación de residuos, así como en industrias dedicadas al reciclaje de materiales. Con ello, podremos lograr un proceso de reciclaje más fluido y dinámico, que facilite y acelere el suministro de aluminio reciclado, cuya demanda también se ha incrementado exponencialmente, logrando una mayor garantía del flujo de reciclado de chatarra, y cerrando el ciclo de la circularidad del aluminio en nuestro país.
Todo ello, además, lograría hacernos menos vulnerables frente a situaciones de dificultad en los abastecimientos, encarecimiento de fuentes de energías fósiles, o tensiones políticas.
En definitiva, estaríamos ante un viaje de ida y vuelta de las inversiones y la riqueza, que beneficiaria tanto a los países por separado como al conjunto de la Unión Europea, y nos llevaría a la tan ansiada y necesaria Economía Circular.
¿En qué esfuerzos se está trabajando para que el aluminio tenga el protagonismo que merece en los planes de recuperación, transformación y resiliencia?
Desde la asociación estamos trabajando con intensidad en nuestras acciones de lobby. Por ejemplo, abriendo caminos de diálogo y comunicación con administraciones, o manteniendo reuniones con las instancias gubernamentales correspondientes, para postular nuestro sector como uno de los preferentes en aquellas partes del Plan de recuperación para Europa en las que más directamente podemos incidir. Es el caso del sector de los transportes o de la construcción y la rehabilitación, ambos de gran calado en nuestra economía. Ambos, sectores a los que en los próximos años se les exigirá alcanzar estándares de eficiencia y sostenibilidad muy elevados. Y desde la asociación estamos trabajando sin descanso por ser la apuesta preferente en esa andadura.
La campaña “infinitamente reciclable” también forma parte de estos esfuerzos, ya que un sector popular y socialmente aceptado y respaldado tendrá más posibilidades. También estamos invirtiendo por ampliar nuestra capacidad productiva y de reciclaje para ser capaces de atender el incremento de demanda de aluminio -que estamos experimentando, y que confiamos en que llega para quedarse- lo más rápidamente posible.
¿Se presta a la industria del aluminio la suficiente atención desde Gobierno y administraciones?
Afortunadamente el sector del aluminio comienza a ocupar el lugar que merece dentro de industria, pero aún queda mucho camino que recorrer. Está en nuestra mano mostrar la viabilidad y los beneficios de nuestro sector, y esa es la senda que actualmente estamos transitando. Por suerte, estamos recibiendo una buena respuesta desde las instancias gubernamentales y administraciones, pero estamos convencidos de que el aluminio aún tiene mucho que decir en nuestro país. Creemos que este incremento de la demanda llamará su atención y llevará a la reflexión sobre toda la riqueza económica, social y medioambiental que puede proporcionar nuestro sector.
Recientemente se ha hecho público el Informe de los “Índices de Circularidad” del aluminio, el plástico y la madera. ¿Por qué es importante este estudio?
El carácter lineal del modelo de consumo que acompaña a la extracción de recursos, en el que el flujo de materiales que vuelven al sistema económico tras ser reciclados es muy reducido. La consecuencia directa más clara son los graves problemas ambientales que esto genera, y una escasez cada vez mayor de determinadas materias primas, lo que ha provocado una subida de precios no menos dramática. Es por ello que este estudio ayuda a comparar y conocer la circularidad de distintos materiales, indispensables en sectores como el de la construcción. Y, efectivamente, hemos comprobado que el aluminio es el material más idóneo para un modelo de consumo más sostenible y para acercamos cada vez más a la Economía Circular.
Emprender la búsqueda y aplicación de las materias primas, técnicas y fuentes de energía que aseguren un futuro de Economía Circular, es algo impostergable, y el aluminio presenta a través de este estudio todas las credenciales necesarias para estar en ese futuro cada vez más cercano.
Además, este informe era algo necesario por la inexistencia que había un sistema de evaluación unificado sobre la circularidad de los materiales. Por ello, para este estudio se han obtenido resultados empleando las tres metodologías más prestigiosas para el cálculo de la circularidad, y extrayendo la cifra media resultante para los tres materiales.
¿Qué resultado de aquellos que ha arrojado el estudio es el que más destacaría?
Los datos que se han extraído sustancian y hacen aún más robusto lo que ya sabíamos del aluminio; que se trata de un material muy sostenible y que encaja perfectamente en los preceptos que rigen cualquier Economía Circular. No solo por ser 100% reciclable infinitas veces sin una merma de sus propiedades, sino por su durabilidad, el amplio espectro de aplicaciones a que se puede destinar esta materia prima, y por los buenos resultados que da en materia de aislamiento y eficiencia energética en sectores tan vitales como el de la construcción, en el camino hacia una sostenibilidad lo más sostenible y bajo emisiva posible.
Otro dato que arroja de este informe y que nos parece importante tomar en consideración es que actualmente la demanda de aluminio a nivel mundial es mayor al aluminio disponible para reciclaje. Esto quiere decir que estamos ante un sector en constante crecimiento, con una demanda que año a año se incrementa, como estamos viendo en la actualidad. También nos confirma la gran duración de su vida útil.
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Asociación Española del Aluminio y Tratamientos de Superficie (AEA). La AEA es una asociación sin ánimo de lucro que desempeña la adecuada representación de la industria española del aluminio -desde empresas de extrusión, hasta de tratamientos de superficies y distribución- y que vela por la defensa de sus intereses globales. La Asociación representa a unas 650 empresas que dan empleo a más de 8.000 trabajadores de forma directa.
La AEA trabaja para dejar claro el compromiso de esta industria con la calidad, promoviendo la implantación en España de las más exigentes marcas de calidad europeas, el conocimiento en nuestro país de las ventajas que supone la utilización de productos de aluminio y el desarrollo industrial sostenible en sus distintos aspectos: medioambiental, económico y social.
Por ello, la AEA representa y gestiona diversas Marcas y Sellos de Calidad relacionados con el tratamiento de superficies como Licenciataria General para España de las Marcas de Calidad internacionales QUALANOD, QUALICOAT, QUALIDECO y QUALISTEELCOAT y proporciona a sus asociados las tareas de supervisión y gestión de todos los aspectos relacionados con ellas.
Asimismo, la Asociación participa en varios Comités de AENOR relacionados con la normalización y certificación en España; forma parte de CONFEMETAL, ATESMEL y el Green Building Council España y, a nivel internacional, es miembro de la European Association for Surface Treatment on Aluminium (ESTAL).